Después de desayunar hemos continuado con nuestra visita por el museo, mientras caminabamos por la sala de inventos nos hemos encontrado con el espíritu de Thomas Alva Edison que nos ha mostrado uno de sus últimos inventos que no llegó a hacer público, ¡Una maquina del tiempo! Con ella hemos ido a aparecer en Grecia, en plena Esparta, donde sus habitantes nos han enseñado como se preparan para las olimpiadas y hemos acabado disputando unas.
¡ESPARTANOS!
Lo hemos pasado fenomenal y esta noche en la velada todavía queda mucho más...