miércoles, 25 de julio de 2012

Fin de travesías y regreso a Oto

Tras tres  días de intensas caminatas- incluso cinco para los más mayores- por fín han llegado todos los chicos y chicas de Atreyu a la campa de Oto 2012. La travesía es ese momento de unión entre los miembros de un curso, donde los sentimientos de compañerismo, igualdad y el afán de compartir salen a la luz.

Salvo las clásicas ampollas, rasguños y algún que otro pequeño golpe sin importancia han llegado todos los que salieron a sus destinos en la travesía y a la campa en último término.Algo cansados, ahora mismo están en mitad de la velada de relajación de vuelta de travesías para que descansen tras los duros esfuerzos que desde los más pequeños a los más mayores han realizado.

No ha podido haber entradas estos días debido a que nos encontrábamos de travesía y, obviamente, por la montaña es difícil encontrar algo de wifi...Sentimos también que no haya fotos hoy mismo, pero debido al estrés de vuelta de travesías no hemos tenido tiempo material para poder subirlas.No preocuparse: en los próximos días se irán subiendo entradas al blog que contarán cada travesía y tendrán fotos de esos importantes momentos que se viven por la alta montaña

sábado, 30 de julio de 2011

Camino a casa...

Sentimientos encontrados, ganas de volver y ganas de quedarse, los niños ya están a medio camino, merendarán y llegarán a Zaragoza sobre las 20:00 mientras los ecos de sus voces estarán resonando por la campa vacía.
A más de uno nos va a costar volver a la vida normal, a no despertarnos en nuestro saco, a no ver los verdes valles ni escuchar las risas de los niños y compañeros, a no escuchar los maravillosos sonidos con los que cada día nos ha sorprendido la naturaleza y a no poder observar por la noche miles de estrellas adornando el cielo.
Mañana, cada uno, ya veremos lo que hacer...

viernes, 29 de julio de 2011

Último día...

Hoy ha sido el último día de actividades en el campamento, nos hemos levantado con ganas de disfrutarlo aunque en algunas caras se reflejaba la tristeza por ver que esto va llegando a su fin.
Por la mañana hemos realizado un juicio para intentar desenmascarar a los miembros de la organización Z.O.R.R.O. infiltrados entre nosotros.
Los hemos descubierto bastante rápido. Sorprendentemente, eran los monitores. En respuesta a ello, los niños han comenzado una batalla campal en la que se ha visto volar de todo, desde globos llenos de pintura, hasta bolas de espuma de afeitar y chorros de ketchup.
¡Ha sido espectacular! Todos hemos disfrutado y algunos hasta han acabado en la zanja de barro de las duchas.
Esta tarde hemos realizado una reflexión y hemos evaluado, por grupos, como ha ido el campamento. Los pequeños comenzarán, en breve, a preparar sus mochilas mientras que los mayores nos echaran una mano a algunos monitores comenzando a desmontar las duchas y algún pabellón.
Todos estamos con muchas ganas de poder disfrutar esta noche de la velada final.
Mañana la llegada al colegio está prevista para las 20:00 horas.
 




 
El ahorcado de la velada de miedo de ESO y mayores

jueves, 28 de julio de 2011

Día del pueblo

Todos los años intentamos que los chicos, además de disfrutar del campamento, conozcan algo de sus alrededores, de la cultura, costumbres y gentes de la zona en la que vivimos durante 15 días.
Hoy hemos bajado a Hecho. A lo largo de la mañana y gran parte de la tarde han recorrido el pueblo, andado por sus calles, descubierto sus callejones y rincones escondidos, hablado con sus gentes y observado las típicas casas del valle. Todo ello mientras buscaban las 13 pruebas escondidas por el pueblo, que debían completar por grupos para conseguir el mayor número posible de puntos. Esta noche con esos puntos podrán conseguir diferentes partes del cuadro que esta mañana, ante nuestras mismísimas narices, integrantes de la organización Z.O.R.R.O. han robado de la sala de arte del Museo de Siresa. Esperamos que el precio del rescate no sea excesivamente elevado y podamos devolver la valiosa pieza al museo.












Esta noche todo el campamento disfrutará, por cursos y de forma adaptada, de una inquietante velada de miedo... Parece que a todos les hace mucha ilusión... hasta que empiecen los sustos... ¡Jo Jo Jo! (risa siniestra y malvada)

miércoles, 27 de julio de 2011

Día de la ciencia en Pueblo Paleta

El día de hoy ha sido espectacular. ¡Hoy era el día del Big Game!
Mientras atravesábamos la sala de la ciencia con nuestro guía Patricio, nos hemos parado en Pueblo Paleta, una extraña villa habitada por científicos excéntricos, algo chiflados y muy divertidos. Nos han sometido a un montón de pruebas y preguntas. Pasando por los puestos de biología, física, naturaleza, matemáticas y química hemos conseguido Julios (la moneda local) con los que hemos podido participar en diversas pruebas de habilidad y conocimiento. Además de pasárnoslo genial hemos aprendido muchas cosas nuevas y adquirido algo de culturilla general. El cuerpo policial de Pueblo Paleta se ha empleado a fondo intentando evitar estafas y robos. Han tenido que mantaner a raya a los Newton Boys, un grupo de físicos algo gamberros. Muchas gracias desde aquí por defender la seguridad de todos los niños a su paso por vuestro pueblo.
Ha sido un día peculiar, y esta noche van a presenciar una velada al más puro estilo Flipy en El Hormiguero, con numerosos experimentos y pruebas que les harán asombrarse y seguro les gustarán.











Taller de Didgeridoo...

El Taller de Didgeridoo de ayer por la tarde fue un éxito, que gusto da para los que no tenemos nuestro sentido musical especialmente desarrollado encontrar un instrumento sencillo, que, aunque díficil de aprender a tocar bien, es divertido y tiene una variedad de registros espectacular.
Cada poblado realizó una representación, intentando imitar una celebración de los pueblos aborígenes  australianos de los que procede este instrumento.



Gracias a Nando por su ayuda y esfuerzo por llevar a cabo esta actividad.

Travesía 1º de ESO...

Los chicos de 1º de ESO comenzamos nuestra travesía el viernes 22. Nos levantamos a las 7 de la mañana, metimos nuestros sacos en las mochilas, ya preparadas del día anterior y desayunamos entre legañas, caras de frío y emoción. Algunos ansiosos por empezar, otros con ganas de volver al saco y la mayoría expectantes ante lo que teníamos por delante.
Gracias a Isaac, que se levantó para llevarnos, pudimos ahorrarnos unos kilómetros de carretera y así comenzar más cerca de Aguas Tuertas. Nuestro primer destino era el Ibón de Estanés. Durante la mañana el tiempo nos acompañó, disfrutamos de la caminata por Aguas Tuertas entre el sol, las vacas, risas, algunos potrillos y algún dólmen. La cosa empezó a complicarse cuando comenzamos la subida hacia el collado de Estanés, la niebla se cernió sobre nosotros y a ratos era díficil ver más de una decena de metros. Gracias a la buena señalización del GR-11 y a ser una ruta bastante concurrida no tuvimos ningún problema durante la subida. La bajada se hizo más larga de lo habitual, en vez de los tres cuartos de hora que suele costar descender del collado al ibón, debido a la niebla nos costó cerca de dos horas. La preparación de la travesía que habíamos realizado un mes antes y el conocimiento de la zona fueron fundamentales para encontrar con relativa tranquilidad, y sin tener que echar mano del GPS, la pradera pegada al ibón en la que acampamos. Para los chicos fue algo frustrante no poder disfrutar del paisaje y tener que detenerse a menudo mientras un monitor se adelantaba por el sendero comprobando las reconfortantes marcas rojiblancas que señalan el recorrido de todos los GR. A pesar de que la niebla provocó algunas caras de preocupación entre los chicos hasta que vieron el ibón, creo que aprendieron una valiosa lección, a la montaña hay que ir preparado, conocer el terreno o haberlo estudiado, saber mantener la calma y llevar sistemas de seguridad que te puedan sacar de algún apuro. Llegamos al ibón a las 4 de la tarde, comimos, plantamos las tiendas y pasamos la tarde entre risas y juegos dentro de las tiendas.
El segundo día la niebla escampó y fue curioso observar las caras de asombro de los chicos al salir de la tienda y ver el ibón por completo delante de sus narices. El día fue estupendo, tras una empinada ascensión pudimos atravesar el Valle de los Sarrios, precioso e impresionante. Rellenamos nuestras cantimploras en La Paul de Vernera, una bonita pradera a los pies de la cara noreste del Bisaurín y disfrutamos del primer Tang de la travesía. Tras un breve descanso descendimos hasta el refugio de Lizara al que llegamos a comer en torno a las 3 de la tarde. Otra tarde tranquila, aunque muy ventosa. Antes del anochecer acondicionamos, a base de quitar piedras y boñigas de vaca un pequeño llano protegido del viento en el que dormimos al raso. Una noche mágica en la que el frío y el viento no consiguieron evitar que asomáramos nuestros rostros fuera del saco para contemplar un maravilloso cielo estrellado. Hay cosas como esta de las que no se puede disfrutar en la ciudad.
El tercer día amaneció con mucho viento, pensabamos levantarnos a las 6 de la mañana para comenzar temprano el ascenso al Bisaurín. Por desgracia, cuando nuestros ojos se alzaron hacia su cumbre, todo lo que pudimos ver fueron nubes y más nubes, de lo que el día anterior era una majestuosa montaña que dominaba el valle, solo se veían las faldas, con sus praderas, pedreras y caminos perdiendose en la niebla. Aunque no pudimos ascenderlo, esa noche el Bisaurín nos había protegido de las tormentas reteniendo las nubes al otro lado del valle. Dado que llevabamos tiempo de sobra, porque la idea de subir el pico se antojaba imposible, decidimos tomarnos un desayuno caliente en el refugio gracias al cual los chicos recuperaron sus sonsrisas tras la mala noticia. Ascendimos el collado de Lo Foratón, siguiendo la ruta normal al Bisaurín pero descendiendolo por su vertiente oeste en lugar de acometer la empinada subida hacia el pico. En lo alto del collado, a 2.016 metros de altura, fuertes ráfagas de viento nos azotaron, algunos las usaron para intentar imitar a Michael Jackson, inclinandose hacia delante mucho más de lo aparentemente posible. La bajada estuvo salpicada de divertidas y bonitas anécdotas, un chorizo compartido con una familia holandesa, un toro en celo que dejó atónitos a los chicos, una manada de caballos al galope que pasó a nuestro lado...
 Llegamos a media tarde al refugio de Gabardito, merendamos y descansamos, algunos que tenían energías de sobra se entretuvieron practicando a construir cabañas al más puro estilo Bear Grylls en "El último superviviente". Dormimos en una pequeña cabaña cerca de Gabardito, la noche fue lluviosa y la última mañana amaneció muy nublada. No pudimos pasar la mañana en las pozas como habíamos planeado por lo que llegamos los primero al campamento, revisamos nuestro material, deshicimos las mochilas, nos duchamos y descansamos.
Han sido cuatro maravillosos días en los que hemos estrechado lazos, el grupo se ha unido más, hemos descubierto virtudes de compañeros que no conocíamos del todo, y también defectos, algunos han llorado y todos nos hemos cansado. Nos hemos enfadado, pedido perdón y reconciliado. Hemos sufrido y también nos hemos alegrado al alcanzar metas que parecían imposibles. Hemos aprendido a respetar la naturaleza a quererla y a dejar que nos asombre, a observar un paisaje, a interpretarlo, a ver la belleza en las pequeñas cosas que nos hemos ido encontrando, como una flor o una mariposa, y también en las grandes y majestuosas, como las montañas y valles que nos han rodeado o el profundo e inabarcable cielo estrellado de una noche en el Pirineo. Pero ante todo, nos hemos reído y hemos disfrutado.
Y aquí, vamos a intentar enseñároslo casi todo...